dimecres, 1 de gener del 2025

RODOLFO NÚÑEZ DE LAS CUEVAS. IN MEMORIAM.



Aquesta contribució formarà part d'un proper volum de la Real Sociedad geogràfica en memòria i homenatge a en Rodolfo Nuñez de la Cuevas és abans de qualsevol altra consideració un testimoni d'amistat pels molts anys de treballs i complicitats davant de les realitats de la geoinformació en Espanya. Descansa en pau amic.




RODOLFO NÚÑEZ DE LAS CUEVAS. IN MEMORIAM.


No es el geógrafo quien va a contar las ciudades, los ríos, las montañas, los mares, los océanos y los desiertos. El geógrafo es demasiado importante para andar paseando. No abandona su escritorio. Pero en él recibe a los exploradores. Los interroga y toma nota de sus recuerdos. Y si los recuerdos de alguno de ellos le parecen interesantes, el geógrafo hace hacer una encuesta sobre la integridad moral del explorador. — ¿Por qué? — Porque un explorador que mintiera provocaría catástrofes en los libros de geografía. ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY.  El Principito



Se atribuye a Isaac Newton la frase: "Si hemos visto más allá, es por el hecho que avanzamos a hombros de gigantes". Lo dijo, tomándolo de autores anteriores, queriendo reconocer que sus trabajos sobre las propiedades de la luz se basaban en trabajos pioneros llevados a cabo por René Descartes y Robert Hook.


En nuestra pequeña contribución a este volumen homenaje trataremos de no ser repetitivos respecto a otros elementos propios de su biografía, bien conocidos, antes al contrario trataremos de recordar los elementos vividos, como testimonios, y que creemos que pueden ser más significativos, y con los que podemos contribuir a este homenaje de la Real Sociedad Geográfica.


De la personalidad de Rodolfo Núñez de las Cuevas podemos afirmar que es un gigante de la cartografía y de las ciencias de la tierra españolas. Desde su estimado Ibáñez de Ibero e Ibáñez de Ibero es, a bien seguro, la figura más señera de la cartografía española.


Fue un ingeniero vocacional. Ingresó en la Academia General militar de Zaragoza y a los 24 años sale graduado como teniente de Ingenieros, con lo cual la educación técnica era consustancial a su formación y será esencial en su carácter a lo largo de su vida.


De su vocación por la ingeniería, la de las telecomunicaciones inicialmente, él mismo confesaba que esta vocación técnica, y más siendo número uno de su promoción, no era la más adecuada para llegar al generalato, ya que en aquella época el mando directo de unidades era casi una condición básica para prosperar en la carrera. Pero estas convicciones personales lo identificaban claramente como una persona íntegra y basada en los valores en que creía firmemente.


La electrónica lo conduce hacia la medida, siempre por la vía de ser ingeniero,  el año 1953 ingresa en la escuela de geodesia del ejército y en el año 1956 ya es ingeniero geodesta (número uno), es allí donde cristaliza su vocación hacia las ciencias analíticas de la tierra. Esta es la formación que conforma su carácter, y él era ya un hombre valioso en el que sus mandos superiores confiarían en un futuro inmediato.


Asimismo, hizo las oposiciones al cuerpo nacional de ingenieros geógrafos, es significativo que optara por un cuerpo civil de la Administración General del Estado, esto nos dice que su carácter era omnicomprensivo y orientado hacia la medida de la tierra como vocación y horizonte final de su carrera profesional.


Ya capitán del ejército, geodesta e ingeniero geógrafo, su carrera lo sitúa en una situación privilegiada, recordemos que estamos en el año 1956, en plena Guerra Fría geopolíticamente hablando, y con una España con grandes déficits, casi desiertos en la mayor parte de los elementos técnicos de la geodesia, la cartografía y de las ciencias de la tierra en general. Rodolfo Núñez es ya un protagonista, se lo ha ganado a pulso, sin ayudas especiales, y con un carácter entusiasta y un pragmatismo contagioso que le acompañaría en toda su vida.


Del 1956 al 1963 compagina la aventura americana, con su labor en el Instituto Geográfico y también con una labor docente en la Universidad.


Rodolfo Núñez, siempre directo y sincero, explicaba que en el año 1959 el Mapa Topográfico 1:50.000, la escala nacional mayor, iniciado en 1875   no estaba aún acabado, y que el Mapa como ente no tenía suerte; recordaba que en el inicio de la guerra civil la sede del Instituto Geográfico Nacional quedó en el bando republicano y que el General Franco tuvo que pedir a sus aliados que produjeran cartografía militar, un mapa topográfico esencialmente, y esto condujo a que el ejército italiano produjese cartografía 1:50.000 con su unidad cartográfica del "Corpo Truppe Volontarie" del ejército italiano, y asimismo el ejército alemán, vía la Legión Cóndor, realizó vuelos y levantamientos de distintos órdenes. De hecho, Rodolfo Núñez con su sinceridad directa y emotiva, siempre decía que Franco ganó la guerra con la cartografía Michelin, cosa que producía emociones diversas en sus auditorios.


De hecho, fue muy significativo que en el año 1975, con motivo del centenario de la creación del Instituto Geográfico Nacional, el general Franco no atendió a la invitación de participar en el acto de celebración, hecho que se atribuía al mal recuerdo que tenía de esta institución.


Él, en los principios de los años 60, tiene claro quién es la modernidad en cartografía, y su estancia en el "American Map Service" en los Estados Unidos de América, le proporciona el bagaje único de conocimientos y experiencia para plantear un futuro nuevo para la evolución de la  cartografía española. Tuvo enormes dificultades, pero su genuino sentido del deber para conseguir lo que creía necesario le dio el temple y la paciencia suficiente para esperar los momentos propicios. Este carácter es esencial a lo largo de toda  su trayectoria vital.


En 1974, a sus cincuenta años y en plena madurez, la oportunidad apareció al ser nombrado director general del Instituto Geográfico Nacional. Allí y en aquel momento cristaliza su personalidad, su conocimiento profundo de las ciencias y técnicas, su credibilidad ganada a pulso, su entusiasmo real y contagioso, su conexión personal americana y los primeros programas de la ayuda americana, serán esenciales para modernizar la infraestructura del IGN, ya que esencialmente él sabía que era necesario hacer. Hay que recordar, además, que en el 1974 el IGN (Rodolfo Núñez, fue el verdadero organizador) había organizado la Conferencia y la Asamblea de la "International Cartographic Association" en Madrid, hecho que en aquella época histórica era un hecho relevante en la situación de poca internacionalización del Estado español.


Conocí a Rodolfo Núñez en su despacho oficial de director general del Instituto Geográfico el año 1976. En el Centre Càlcul de la Universitat Politécnica de Barcelona teníamos proyectos relativos a grafos de referencia lineal que requerían la digitalización de los mismos, especialmente en un proyecto para la compañía Aguas de Barcelona. Esta necesidad de coordenadas nos condujo al IGN que disponía de una mesa electrónica de digitalización manual DMAC, novedad tecnológica en España en aquel momento.


La visita del Profesor Martí Vergés i Trias, al cual yo acompañaba, fue muy especial. El conocimiento de la funcionalidad y programación del instrumento en cuestión, que Rodolfo Núñez nos transmitió, fue espectacular. Por supuesto nos dirigió al responsable de la unidad, pero recuerdo que fue un pálido reflejo de lo que habíamos vivido en el despacho del Director General.


La experiencia piloto de digitalización fue un éxito técnico y de disponibilidad. De hecho nos quedó claro que Rodolfo Núñez era un director general atípico, sabía en profundidad lo que dirigía.


En aquellos años teníamos disponible el primer satélite norteamericano de observación de la tierra civil, el Landsat-I lanzado en 1972. El IGN estuvo atento a conseguir las primeras imágenes y participó en que se creara un ente UAM-IBM para procesar estas imágenes,con las cuales se tenía la esperanza que sirvieran para actualizar variables planimétricas de la cartografía en general. De hecho, por razones técnicas estábamos muy lejos del esperado aprovechamiento, pero en su momento permitió que algunos técnicos se formarán al respecto, preparándose para el advenimiento de las futuras constelaciones de satélites, que  fueron más y más aprovechables para su uso cartográfico.


En estos seis años luminosos (1974-1980), su empuje reorganiza el Instituto y crea un laboratorio de fotogrametría, un laboratorio de cartografía, un laboratorio de análisis de materiales así como  un sistema moderno de producción cartográfica sobre papel. En otras disciplinas responsabilidad del Instituto también dejó su impronta esencial, como los observatorios astronómicos de Yebes y de Calar Alto (con participación de la ciencia alemana), en el ámbito de la geofísica, del observatorio de San Pablo de los montes en Toledo, el hispano-francés de radioastronomía de Loma de Aguilar y la red sísmica nacional con la mejor instrumentación de la época.


Realizó una labor ingente, sin parangón, en solo seis años de 1974 a 1980. Él siempre reclamaba utilidad y visión de presente y futuro, siempre en términos de eficacia y eficiencia, muchas veces basadas en su valor personal y credibilidad. Un ingeniero cabal.


La obsesión de Rodolfo Núñez dentro del IGN era no sólo la modernización tecnológica sino también la de la gran política de geoinformación del País. En términos de gobierno cartográfico, en 1979 se incorporaron los servicios del Consejo Superior Geográfico, hasta ese momento dependiente del Ministerio del Ejército que había tenido una trayectoria poco dinámica. Se reorganiza incorporando la representación de las comunidades autónomas, hecho que le dio realismo y consistencia, conformándose el verdadero parlamento de la geoinformación de España.


Pero el liderazgo de Rodolfo Núñez y su conocimiento de la situación internacional de las denominadas "National Mapping Offices" le daba un conocimiento preciso de las tecnologías emergentes en aquel momento, y también de los productos que los países avanzados producían para sus gobiernos y sus ciudadanos.


Como jefe de cartografía del IGN ya tenía el convencimiento directo que el Estado español necesitaba, como los demás estados europeos, una escala mayor que el Mapa Topográfico Nacional 1:50.000 ya centenario en aquel momento. Inició la concepción y formación inicial del Mapa Topográfico Nacional  1:25.000 en 1975, y se concibió como una serie complementaria del MTN50 siguiendo su cuadro de distribución y limitada a zonas de especial interés: periferia costera,  áreas fronterizas, y grandes núcleos urbanos. Rodolfo Núñez tuvo grandes reluctancias internas de visiones de poco horizonte que lo consideraban un sueño irrealizable, por esta razón introdujo la nueva serie como complementaria, pero su visión estratégica era clara, el MTN25 era la nueva cartografía que le convenía y necesitaba el país, como el resto de países de nuestro entorno europeo. La semilla estaba sembrada, a partir de 1980 se pasó a considerar como una serie de recubrimiento total del Estado, cuya producción se efectuaba con medios de formación y fotomecánica tradicional siendo a partir de 1985 cuando se inició su digitalización, culminando este proceso en 1994. 


Técnicamente, afrontar el proyecto MTN25 era un desafío monumental, los vuelos que se producían en España tenían una escala fotogramétrica 1:20.000-1:22.000 dado que no se utilizaban reactores y las cámaras no eran de nueva generación, todo esto conllevaba que la restitución fotogramétrica tenía un factor de multiplicación muy bajo que redundaba en una productividad también muy baja. La serie tiene 4098 hojas en formato vectorial, un proyecto monumental realmente. Trató que el escuadrón 401 de reconocimiento del ejército del Aire se dotara de un avión reactor para llegar a volar a mayores altitudes para obtener escalas de foto 1:40.000 que eran las más adecuadas. Todos estos tecnicismos solo le preocupan a él, ya que eran parte de su visión estratégica como concreción del sueño de hacer el MTN25 en un tiempo finito. 


En términos de formación y edición cartográfica, le preocupaba también la digitalización de los procesos, la conexión de los incipientes sistemas de formación con los sistemas de filmación de bases cartográficas, era una de sus preocupaciones. En Catalunya, con una industria de artes gráficas a nivel europeo, se disponía de filmadoras láser de gran formato, uno de los más comunes eran de una empresa israeli SCITEX. Colaboramos desde el ICC, en distintos casos, en la reprogramación de formatos para interconectar los sistemas y generar una cadena productiva moderna y eficaz. Hoy en día, son historia antigua de las tecnologías cartográficas, pero en aquel momento fueron desafíos que consumieron denodados esfuerzos de los distintos actores intervinientes.


Rodolfo Núñez reconoció que para él siempre lo más importante era el saber, el conocimiento, independientemente de la edad. Reivindico el estudio en todos los momentos y edades, el conocimiento y la profesionalidad en todo momento de una vida. También practicó el saber dar, su vocación docente siempre estuvo presente en su trayectoria.


Su lema perenne fue: "Lo posible hazlo hoy, lo imposible hazlo mañana, porque no hay imposibles". Muchos de sus alumnos aprendieron mucho de este lema.


Reivindico una estrategia clara y realista  y además una táctica que se adapte a las circunstancias en cada momento, esto le permitirá superar los obstáculos en cada caso, para conseguir la estrategia que se había propuesto.


No quiero dejar de recordar la emoción que transmitía a sus amigos con su devoción, literalmente, que profesó a su esposa Patricia Miller, norteamericana de nacimiento y española de adopción, puntal de su vida que la cuidó al extremo, especialmente en sus últimos y difíciles años de su vida. 


Este volumen homenaje del Boletín de la Real Sociedad Geográfica, documento inicialmente impreso, pasará a la historia como testimonio, pero no me resisto a incluir una dirección internet https://www.youtube.com/watch?v=NnCC184mv5g ,en la plataforma YouTube, que como todo lo digital, puede tener menor vida que lo analógico, pero que recoge el testimonio vivo de una entrevista realizada en septiembre del 2012. Verlo es revivir su personalidad.


Tempus Fugit. (2252)


Dr. Eng. Jaume Miranda i Canals.

Director General de l'Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (1982-2017)



RESUMEN:


RODOLFO NÚÑEZ DE LAS CUEVAS. IN MEMORIAM.


Este breve escrito trata de sintetizar las vivèncias, los trabajos y los días, en los ámbitos de la Cartografía y Ciencias afines, en los muchos años de colaboración tanto institucional como personal. Los desafíos técnicos y operativos forjaron una amistad que ha perdurado hasta nuestros días. Rodolfo ha sido uno de los grandes cartógrafos de su generación.